Mensaje de la semana

Hola
He abierto una nueva seccion en el Blog de Vórtice. 
La idea es entregar una reflexión más profunda sobre un tema cada semana.

Esta Semana quiero compartir contigo una reflexión con respecto a la Salud.


La Salud, el Espíritu y el Amor.

Somos un Ser espiritual habitando un cuerpo físico. Esto es muy importante ya que por mucho tiempo hemos creído lo opuesto.
El Espírtitu es una Energía viva, creadora y unificadora. El Ser Espiritual que somos es perfecto, no nació ni morirá, no enferma, no decae, nada lo puede dañar.

El Ser Luz que somos es una unidad conectada a la Fuente Amorosa creadora del Universo.

El Cuerpo físico es una especie de prótesis del Espíritu, através y en virtud de la cual el Espíritu accede a la dimensión física o tercera dimensión.

A su vez, el Espíritu contiene al cuerpo, lo entrelaza, lo recubre y lo infiltra. 
La Energía sutil del Espíritu es de una elevada vibración y el cuerpo físico es muchísimo más denso.

El cuerpo físico se mantiene saludable toda vez que logra crear una simbiosis con el Espíritu. Cuando esto sucede, la energía amorosa es tan grande y esta tan perfectamente distribuída que el cuerpo fluye con ella, manifestando la perfección que posee.

La materia también es infiltrada por energías más bajas, manifestaciones del Temor. La envidia, la culpa, la tristeza, la pereza, el rencor y el resentimiento, la duda, son ejemplos de lo que menciono. La vida actual es gran generadora de estas manifestaciones del temor. El estrés, la rutina, la ambición, el existismo, las adicciones, la sobrevaloracion del deseo, el mercantilismo, y la intolerancia, son cuna de la desesperanza, la tristeza, la violencia interna y externa...

Cuando el Temor avanza, el cuerpo se hace cada vez más denso. Imaginen intentando meter aire dentro de una piedra. Algo similar ocurre con el cuerpo, que densificado por el Temor, no deja espacio a la energía del Espíritu. El Espíritu se escinde de la materia, pues ésta ha comenzado a vibrar tan bajo que se ha quedado muy atrás.

Es así que sin la presencia Espiritual el cuerpo físico se torna vulnerable, y enferma. El sistema inmune decae, las células confundidas e intoxicadas por químicos que segrega el sistema nervioso ante la sensación de peligro y miedo, se comienzan a sobredefender, se altera su equilibrio y aparecen atacantes oportunistas.

En Síntesis, el Temor es el anfitrión de las enfermedades del cuerpo físico. Hace que nuestro cuerpo se densifique y que el Espíritu amoroso que somos quede escindido, tornando al cuerpo vulnerable a la intoxicación del medio.

Para poder revertir este proceso, es necesario advertir y retomar el cuerpo, de manera amorosa. Será urgente practicar meditaciones y relajación del cuerpo. Las oraciones, la música y la inspiración son clave.
Rodearse de un ambiente armónico, y personas amables será el precursor de la salud. Invitar al cuerpo a vibrar más alto, y abrirle la puerta del corazón al Espíritu es crucial.

No te olvides de amar. Un Ser muy querido compartio con migo su filosofía de vida, él le llama D.A.R.
Disfruta, Ama y Ríe. Estas 3 cosas encierran una gran sabiduría. Disfrutar es agradecer con tu Ser completo, la vida y todo lo que te ha sido dado; Amar es abrir el camino para ti y los demás y Reír es conectar con el canto de los ángeles que revitaliza.

Si queremos sanar, hemos de DAR y Espiritualizar nuestro cuerpo físico.

Un abrazo de luz y alegría.

Antonio A. Rodríguez Guerrero

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