lunes, 10 de octubre de 2011

Algunos Ingredientes para la Sanación

Durante mucho tiempo me pregunté como se sana y que significa sanar. Con el tiempo mi sufrimiento crecía, por diferentes razones, ya sea por mi trabajo, la falta de dinero, los problemas en mi familia y con mi pareja de entonces. Mientras "sobrevivía" intentaba aprender cómo sanarme, ¿sanarme de que?, de no sentirme contento ni motivado con la vida... de sufrir a diario.
Esa fue mi preocupación por largo tiempo. Hasta que descubrí, por búsqueda, que sanar es reencantar la vida en el reencuentro con mi querer y paulatinamente el desechar el deber.
Cuando quieres algo o a alguien, te quieres y con eso vas comenzando a amarte. En cambio cuando debes te metes en el camino de la obligación, añades tensión a tu vida y la energía se estanca y ensucia con el Temor. Si el Temor a fracasar en eso que te exiges o te exigen, tu familia, la sociedad, el sistema, tu pareja, etc. Pero es posible salir de eso.

El Lenguaje:
Primero ¡A cambiar el lenguaje!, usar las palabras correctas. Esta fase, muchos la desestiman pero es la base, el cimiento donde construirás tu nueva vida.
Las palabras son poderosas aliadas o veneno puro. Analiza por un momento todo lo que dices a diario sobre ti y sobre los demás. Si encuentras que tus palabras están llenas de “tengo que”, “debería”, o “tienes que” o deberías”, entonces estas en graves aprietos, ya que tu vida está dirigida por las exigencias y ¿A quién le gusta vivir exigido?. No es necesario, puedes cambiar esas palabras por “Quiero” y “Me gustaría que”. De esta manera, cambias las exigencias por la libertad de elegir. 

Hechizos o decretos
En segundo lugar fíjate muy bien cuáles son tus decretos, que me gusta llamarlos hechizos, ya que son órdenes muy poderosas que mandamos directamente a nuestro subconsciente y que al ser aceptadas por ti, dominan tu vida sin que ni siquiera te percates de ello.
Por eso, si dices cosas como, “a mi nada me resulta” o “nunca encontraré a nadie que me quiera” o se lo dices a otros, estas usando un hechizo, pero no un hechizo cualquiera, es uno de magia negra, pues tu inconciente lo toma y no descansa hasta realizarlo. Si cambias tus hechizos por expresiones más sensatas o de magia blanca como “todo va a salir bien” ó “pronto estaré acompañado por alguien que me quiera”, tu vida cambiará, porque estarás abriendo las puertas a las bendiciones del universo.

Agradecer
El tercer paso, es agradecer todo. Sí Todo, absolutamente todo. Cuando agradeces elevas tu vibración energética, automáticamente. Comienzas a ver lo que tienes, todos los dones y maravillas que posees, y hablo de todas las maravillas, ver, oír, caminar, respirar, amar, tener un techo, familia, trabajo, poder leer, etc, hay muchas cosas que agradecer. Y si no tengo trabajo, por ejemplo, pues agradezco tener tiempo, si no tengo salud, agradezco el aprendizaje que provendrá de esa experiencia de enfermedad. Si no tengo familia, agradezco porque puedo elegir una, etc.

El Cuarto paso y los demás los publicaré e un próximo escrito.
Esta información te será de mucha utilidad.
Bendiciones en tu vida y para todos.

Antonio Rodríguez Guerrero
Terapeuta de Vórtice: Terapia Lúcida
Lic. en Psicología
Tarólogo

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